El sacerdote Jaime Garralda (El Escorial, Madrid, 1921) ha fallecido
el sábado pasado en la residencia jesuita de Alcalá de Henares (Madrid) a los
96 años de edad.
Era miembro de la Compañía de Jesús desde hace 72 años y sacerdote desde hace 61, y dedicó toda su vida a quienes él
denominaba "los preferidos del Señor": presos, enfermos de sida,
drogadictos, sin techo y migrantes.
Su juventud la vivió en plena Guerra Civil, en la que estuvo en el
frente. Con 24 años ingresó en la Compañía de Jesús en Aranjuez
(Madrid). Fue ordenado sacerdote el 13 de julio de 1956 y pronunció los
últimos votos en la Compañía de Jesús tres años después. Siempre sintió
una especial atracción por los marginados y siendo todavía estudiante de
Teología en Granada puso en marcha diferentes proyectos para ofrecer
una existencia más digna a las personas más necesitadas de las
poblaciones de Albolote, Atarfe y Pinos Puente.
El jesuita Jaime Garralda, fundador de Horizontes Abiertos
El padre jesuita Jaime Garralda
Barretto, creador en 1978 de la ONG Horizontes Abiertos, luego Fundación
Padre Garralda-Horizontes Abiertos-, a los 96 años en Alcalá de Henares
(Madrid).
El jesuita Jaime Garralda (2012). Fuente EFE/Archivo/Chema Moya
JAIME GARRALDA BARRETTO (El Escorial, Madrid,
1921), fue fundador de una ONG pionera en dar a conocer la vida
carcelaria y sus problemas, transformada luego en la Fundación
Padre-Garralda-Horizontes Abiertos, de la que fue su presidente de honor
desde 2003.
El capellán de las prisiones de Carabanchel y Alcalá de Henares ingresó
en la Compañía de Jesús en 1945. Durante su etapa como estudiante de
Teología en Granada, se dedicó a la pastoral social con los gitanos de
Albolote, Atarfe y Pinos Puente.
Tras haber celebrado su primera misa en 1956, le fue asignada como
primera labor sacerdotal el “Hogar del Empleado” en Madrid, plataforma
de acogida para niños adolescentes.
Posteriormente estuvo destinado en Centroamérica, con base en Panamá
(1964-1966), donde se encargó del “Movimento Familiar” y recibió la
Orden Amador Guerrero en grado de comendador.
A su vuelta a España, vivió en el poblado chabolista de Palomeras
(Madrid) con drogadictos y marginados (1966-1981); fue delegado
diocesano de Universidad y Juventud de la diócesis madrileña (1970-1976)
y de Pastoral Penitenciaria (1996-1999); y desde 1978 vivió entregado a
la lucha contra la marginación de los reclusos y exreclusos, y en favor
de su reinserción social desde la ONG Horizontes Abiertos.
Ésta se transformó en 1990 en la Fundación Padre Garralda-Horizontes
Abiertos, con implantación en toda España, Sudamérica y Japón, y desde
la cual el religioso efectuó en diversos programas de ayuda, entre
ellos, dentro de la cárcel, hogares de acogida para que los presos
disfruten de sus permisos penitenciarios o la unidad donde estudian y
trabajan.
Presidió esta Fundación hasta marzo de 2003, cuando le sucedió María
Matos González y él que pasó a ocupar su presidencia de honor.
Fue impulsor de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de
Viudas (CONFAV), entidad que engloba más de 400 comunidades en toda
España.
Su labor ha sido reconocida con la Medalla al Mérito Penitenciario
(1992), la Cruz del Orden Civil de la Solidaridad Social (1999), la Cruz
Blanca del Plan Nacional de Drogas (2000) y la Medalla al Mérito Social
(2003), la Medalla de la Comunidad de Madrid (2005), la Medalla de Oro
al Mérito en el Trabajo (2011) o la Medalla de honor de la Ciudad de
Madrid (2012).El padre Jaime Garralda nació en 1921. Convencido defensor de los más desfavorecidos, con 24 años decide entrar a formar parte de la Compañía de Jesús.
Desde el año1957 hasta 1964 se hace cargo del Hogar del Empleado en Madrid,
una plataforma de acogida que prestaba asistencia a personas sin
recursos que, sobre todo, llegaban de las zonas del Sur de España. Se
construyen 7 residencias con capacidad para 600 adolescentes, institutos y escuelas, así como una residencia para enfermeros de tuberculosis. En , el Padre Jaime Garralda impulsa la creación de Asociaciones de Viudas, a quienes animó a no pedir, sino a dar, que fue el origen de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Viudas (CONFAV), que se ha extendido por toda España, reuniendo a un colectivo de más de 17.000 mujeres.En 1964, el padre Jaime Garralda es destinado a Centroamérica, donde pone en marcha una red de ayuda a los colectivos más necesitados, cuya
base de operaciones se situó en Panamá y le valió el reconocimiento del presidente del paísEn 1966, regresa a España donde recupera los proyectos de ayuda que había emprendido y se traslada a vivir a un poblado chabolista en el barrio del Pozo del Tío Raimundo.
En él invierte 16 años de su vida conviviendo con las familias y
conociendo de primera mano los problemas y miserias que afrontan día a
día. Tras conocer de cerca las consecuencias de la adicción a la
heroína, que afecta a la vida de miles de jóvenes y destroza numerosas
familias, crea la Asociación de Vecinos desde la que
consigue la concienciación de los políticos y ciudadanos. También inicia
su trabajo con presos a los que presta ayuda durante los permisos
penitenciarios.En 1978<>, el Padre Jaime Garralda crea la asociación “Horizontes Abiertos”
-hoy Fundación Horizontes Abiertos- concebida para ayudar a los presos a
rehacer sus vidas una vez que hayan cumplido sus condenas. Con el
tiempo va atendiendo nuevas necesidades de los colectivos marginales
como los enfermos de VIH/ SIDA, personas drogodependientes, personas sin techo o inmigrantes sin papeles. En los 40 años que dirigió la fundación ayudó a más de 20.000 personas a encontrar una nueva oportunidad.
Comentarios
Publicar un comentario