El Libro de los Mediums del escritor Allan Kardec nos facilita el entendimiento escribiendo lo siguiente: Las contradicciones, incluso aparentes, pueden suscitar dudas en el Espíritu de algunas personas ¿ Qué control podemos emplear para conocer la verdad?.
"Para discernir lo falso de lo verdadero es necesario profundizar esas respuestas y meditarlas durante un lapso prolongado, con seriedad. Se debe relizar u estudio completo. Para eso se necesita tiempo, tanto como el que se requiere para estudiar cualquier cosa.
"Estudiad, comparar, ahondad. Os hemos manifestado reiteradamente que el conocimiento de la verdad solo se obtiene a ese precio. ¿Cómo pretendéis alcanzar la verdad, si todo lo interpretáis de acuerdo con vuestras ideas limitadas, a las que tomáis por grandes pensamientos?. Con todo, no está lejano el dia en que la enseñanza de los Espíritus será uniforme en todas partes,tanto en los pormenores como en los puntos principales . Ellos tienen la misión de destruir el error, pero eso sólo se logra gradualmente".
La naturaleza de la facultad mediumnica se opone, pues, a que se la convierta en una profesión, porque depende de una voluntad extraña al médium que podria faltarle en el momento en que más se le necesitase, a menos que no se la supliese por la astucia. Pero aun admitiendo una completa buena fe, desde el momento en que los fenómenos no se obtienen a voluntad, sería efecto de la casualidad el que, en la sesión retribuida, se produjese precisamnete el hecho deseado por el convencimiento.
Los médiums verdaderamente formales y desinteresados buscan los medios para viviren el trabajo cotidiano, y no abandonan sus ocupaciones cuando necesitan de éstas para subsistir: sólo consagran a la mediumnidad el tiempo que sin perjuicio puedan ocuparle; si se dedican a ella en sus ratos de ocio y de reposo, existe entonces verdadero desinterés, por el cual se les ve agradecidos y son objeto de aprecio y respeto.
El Libro de los mediums trata sobre la mediumnidad, facultad que permite la comunicación entre los hombre y los Espiritus de los llamados muertos.
Allan Kardec fue el primero en estudiar la mediumnidad con seriedad y método cientifico y ha volcado en este libro las enseñanzas de los Espiritus sobre las clases de manifestaciones espirituales, los medios de comunicación con el mundo invisible, los diversos tipos de médiums, el desarrollo de la mediumnidad, el rol de los médiums y la influencia moral del médium, entre otras apasionantes cuestiones. Analiza, asimismo, con rigor cientifico, los fraudes, los engaños y el charlatismo, presenta métodos de constatación y control de las informciones transmitidas por los Espiritus y propone como constante el uso de la razón en el trato de los asuntos relacionados con la Espiritualidad.
De lectura y consulta indispensable para los espiritas, es tambien una valiosa fuente de conocimiento para cualquier persona que se interese por el fenónmeno mediúmnico y para todos aquellos que estén en condiciones de ver y observar los fenómenos espíritas, sea cal fuere la religión que profesen, pues representa el más completo y seguro tratado de Espíritismo experimental publicado hasta hoy.
El Libro de los Mediums del escritor Allan Kardec
46. Sistema pesimista, diabólico o demoníaco.- Con este sietama ingresamos en otro orden de ideas.
Con todo, destacaremos que los partidarios del sistema demoníaco no deben de ser clasificados entre los adversarios del espiritismo, sino lo contrario. Se trate de demonios o de ángeles, los seres que se comunican siempre son seres incorporales. Ahora bien, si se admite que los demonios pueden manifestarse, entonces también se admite la posibilidad de que el hombre se comunique con el mundo invisible o, al menos, con una parte de ese mundo.
La creencia en la comunicación exclusiva de los demonios, por más irracional que sea, no hubiese parecido imposible en la época en que se consideraba a los Espíritus como seres creados fuera de la humanidad. Pero desde que se sabe que los Espíritus no son otra cosa que las almas de los hombres que ya han vivido, esa creencia perdió todo su prestigio y, se puede decir, toda verosimilitud.
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.Es verdad que existen Espíritus que son muy malos, que por el hecho de morir no se vuelven buenos de forma inmedita. La cuestión consiste en saber si son ellos los únicos que pueden comunicarse con nosotros ...
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La doctrina que habla de los demonios malignos en el mundo es tan cierta como la doctrina sobre los espiritus buenos que están con nosotros. Que hay un ángel malo al que ahora le llamamos el "Demonio" es ya sabido, lo mismo que sabemos que es un ser real con inteligencia y habilidad y que jerce todos los atributos de su personalidad maléfica. No es meramente una personificación del mal como lagunos enseñan, pues ello provocaría varias posiciones indeseables e insostenibles ya que antes fue un ángel bueno, poderoso y inteligente. De no admitir la existencia del Diablo estaríamos atacando la credibilidad del propio Cristo, el Espiritu Santo y Dios , asi como la palabra que El inspiro.
Son tantas las referencias divinas y humanas que hablan de este ser malligno, que resulta imposible justificar el mal entre las personas sin su presencia entre nosotros. Afortunadamente su poder es limitado, pues de no ser asi la doctrina de la salvación tambien quedaría minimizada, puesto que de tener tanto poder ningún hombre podría salvarse de él.
Las Sagradas escrituras nos dicen que Jesús estaba dispuesto para destruir a Satanás y sus obras, o al menos que reduciría el alcance de su poder. A esta s alturas casi nadie suele negar la presencia de Satanás entre nosotros y por ello debemos ser conscientes de su presencia y prepararnos para resistir su malas influencias.
El nombre de Satanás quiere decir "adversario" en hebreo y "acusador" en griego, lo que está completamente opueso al carácter de Dios. Satánas también se hace llamar "el Dios de este Mundo", aunque nadie le convalidaría el nombre de Dios, no tnato por su maldad como por la ausencia de inmortalidad.
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