La Luna en prácticamente todas las barajas de Tarot,
es una carta de lo oculto: agendas ocultas, magia, asuntos velados,
mundo interior y nuestro inconsciente, nos habla del mundo interno, de nuestros sueños fantasias, y aquello que podemos mostrar a otros mediante la capacidad de fluir y adaptarse, y relacionarse con los demás siendo un espejo, mimetizándose de alguna forma con lo que le rodea.
De hecho, es la carta por
excelencia del inconsciente y las dinámicas incontrolables de la mente,
el ruido mental, la cacofonía interior, la confusión y la falta de
claridad a nivel interno.
La empatia y la recpetividad de este arquetipo se manifiestan en la propia Luna, simbólicamente la cualidad de nuestro satélite es recibir la luz del sol y reflejarla.También vemos esa capacidad de entender los asuntos de otros en la forma de las gotas que, en lugar de caer se elevan hacia la Luna, que atrae y capta las emociones de los dem´s como si fuera un imán.
Nos recuerda que la vida es incierta y que tenemos que aprender a lidiar
con la incertidumbre. No siempre todo es claro y transparente. Este
Arcano XVIII de la Luna suele aparecer cuando algo se nos oculta o se nos dificulta la
claridad con respecto a algún asunto.Si te sale durante tu lectura pensando en como solucionar algún problema,
puede indicar que tu mente está muy confusa y qué debes hablarle a tu
inconsciente en el lenguaje que mejor entiende: el simbólico. En tal
caso, algún ritual con arte sería muy recomendable. También puede
indicar que no es una buena idea “revelarlo todo” y que mantener asuntos
ocultos estratégicamente puede ser conveniente. Cuando La Luna
sale en una lectura de tarot, va a indicar que o todo es muy incierto, o
todo es muy velado y misterioso, pero que en definitiva, nada está
claro. El mundo inconsciente es el que está activo.
Este probablemente es el arquetipo más complejo del Tarot, porque dentro de si manifiesta aspectos cíclicos y tambien antagónicos, igual que la luna.
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