La Casa 4, que tiene su
cúspide (línea inicial) en el llamado "Fondo del Cielo", es la segunda
casa angular en el dibujo de una carta astrológica y representa
básicamente nuestros orígenes, nuestro pasado, nuestras raíces
emocionales, psíquicas, genéticas, familiares y físicas, los hábitos y
percepciones formados tempranamente en la vida y algunos rasgos de la
personalidad que vienen de dentro, de nuestras raíces. El meridiano
local (sistema local de referencias astronómicas) corta la eclíptica por
debajo del horizonte. Este punto del zodíaco se denomina FC: Fondo del
Cielo.
El análisis completo de la casa complementa el análisis del Fondo del
Cielo (cúspide de la Casa 4), del mismo modo que el análisis completo
de lo que ocurre en la Casa 1 complementa las indicaciones dadas por el
Ascendente (cúspide de la Casa 1.
Por esta razón, el estudio de una carta astrológica #cartanatal nunca
puede hacerse valorando sólo las partes de forma aislada, sino siempre
como un todo.
Se sitúa en la parte inferior de la carta, en el cuadrante por debajo
del horizonte, que divide la noche del amanecer, frente a la Casa 10
(Medio Cielo) y trata de los dos tipos de residencia personal: Nuestra
casa (aspecto físico y material de la misma) y nuestro hogar (aspecto
emocional de refugio y cobijo). En ella, tratamos la experiencia
emocional relativa a todo lo vivido en las tres casas anteriores.
Analizamos los llamados "recuerdos de infancia" y ese sentimiento de
pertenencia a un hogar. Es en esta casa mundana donde la integración de
la mente, el cuerpo y los sentimientos se unen en uno solo. Por lo
tanto, allí se estudian los recuerdos emocionales y no racionales.
De ellos podemos extraer información sobre las sensaciones e
impresiones de la infancia, los periodos oral, anal, fálico y latente,
que en psicoanálisis representan fases de la formación de nuestra
relación con los padres, la adaptación a un mundo cercano y protector,
la búsqueda por tanto de consuelos emocionales en lo conocido.
La cuarta casa en la carta natal #Astrologia se conoce comúnmente como la "Casa del Hogar", y se
considera la puerta de entrada al análisis de los temas de nuestro
propio hogar físico. Cuando reflexionamos sobre la palabra "hogar",
solemos pensar en ese lugar donde tenemos nuestras raíces o que nos
resulta cómodo, ese lugar que inspira la frase "¡no hay lugar como el hogar!".
Por tanto, la cuarta casa se refiere tanto a la casa, la calle, la
comunidad y la ciudad con las que intercambiamos estas impresiones
emocionales, como al concepto de hogar, refugio, protección y personas
afectuosas.
Es un lugar misterioso, porque afecta tan poderosamente a
nuestro inconsciente, e íntimo, de todas las cosas que amamos y
apreciamos. Lugar de la familia, de la intimidad y de la
acogida, de los sentimientos maternales, así como de los asuntos
privados y de la cercanía constante con otro Ser. También hace
referencia a posibles traumas, rupturas entre familiares y cuidadores,
cambios bruscos de residencia, las condiciones de organización y
subsistencia durante los primeros años, etc.
También señala cuestiones importantes de la relación que construimos
con un padre o una madre. Las personas con cuartos hogares pronunciados
pueden ser coleccionistas que tienen un miedo al cambio, profundamente
arraigado en la necesidad de mantener los sentimientos familiares, de lo
ya conocido. Puede mostrar cómo nos relacionamos con nuestros padres y
las fantasías que tenemos sobre ellos. Indica cómo nos relacionamos
habitualmente con la gente en el lugar que llamamos casa, ya sea con su
familia o con alguien que vive con nosotros.
Es la casa madre, nuestra base de operaciones, nuestras raíces,
nuestro refugio y centro de poder personal, el lugar que recarga (o drena, según la configuración astrológica) nuestra fuerza.
En la antigüedad, en la Edad Media y en el Renacimiento, se refería a
la educación y a la transmisión de conocimientos de padres a hijos, a
sus conocimientos, con vistas a una preparación para la casa 10
(profesional), por la forma en que se facilitaban las profesiones y las
oportunidades de estudio. Hablamos de escuelas artesanales que migraban
de padre a hijo, de madre a hija, etc.
Rige todo lo relacionado con los refugios, albergues y hogares de la
infancia, así como la experiencia emocional del principio y el final de
la vida, nuestra genealogía. También se ocupa de nuestra historia
familiar, de nuestro autodesarrollo, de la calidad de nuestros
recuerdos, de nuestro pasado y de la riqueza (o pobreza) de nuestro
mundo interior.
También nos habla de los últimos años de nuestra vida, nuestra vejez,
cuando necesitamos más cuidados, cobijo, apoyo y quedarnos más en casa.
No es la muerte, sino los últimos años de vida.
Esta es la casa que representa nuestro núcleo emocional y nuestra
capacidad de estar contentos, felices y tener un corazón cálido y la
mejor forma de entender los asuntos de la cuarta casa es a través de la
cercanía que tenemos con nuestra madre o con quien nos reímos, abrazamos
y cuidamos, aquellos que nos derriten el corazón en los momentos más
difíciles.
A veces esta casa puede indicar nuestras adversidades, desavenencias y
también los rechazos que sentimos y que necesitamos descubrir si eran
sensaciones internas solamente o si también estaban presentes en el
exterior.
Puede dar pistas de cómo nos comportamos cuando estamos en casa, cómo es el crecimiento de nuestro árbol personal (donde la cúspide sería la casa 10, la casa de nuestra reputación y logros) y cómo fue nuestra educación.
Analizar bien la cuarta casa puede ayudarnos a entender cómo
eliminar hábitos destructivos que están arraigados en nuestros cimientos
emocionales, el hogar y la familia. También podemos ver los valores transferidos en esta etapa por padres y cuidadores.
Comentarios
Publicar un comentario