Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) se pueden reconocer por
un patrón persistente de comer no saludablemente o de hacer dietas no
saludables. Estos patrones de conducta alimentaria están asociados con
angustia emocional, física y social. Los TCA no discriminan a base del
género, edad, o raza. Se pueden encontrar en ambos géneros, en cualquier
edad, y pueden ocurrir en cualquier raza o grupo étnico.
Aunque sí hay guías formales que los profesionales de la salud
utilizan para diagnosticar los TCA [Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales, Texto Revisado (DSM-IV-TR) (Asociación
Americana de Psiquiatría, 2000)], las conductas alimentarias no
saludables existen en un continuo. Incluso, si una persona no cumple con
los criterios diagnósticos de un TCA, él o ella puede presentar
conductas no saludables que pueden causar un sufrimiento sustancial lo
cual pudiera ser en detrimento para su salud física y psicológica.
Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son
trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta
alimentaria. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en
relación al peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros.
Debido a estas alteraciones alimentarias, se pueden desencadenar
enfermedades físicas importantes y, en casos extremos, pueden llegar a
provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la
desnutrición).
Si la persona realiza un tratamiento con un equipo multidisciplinar
(médicos, enfermeros y psicólogos especializados en TCA), se puede
curar. Ahora bien, son tratamientos largos y complejos ya que un rasgo
habitual de estos trastornos es la falta de conciencia de enfermedad por
parte de la persona afectada. Esto significa que la persona afectada no
es capaz de identificar las consecuencias negativas del trastorno, ni
de la necesidad de hacer tratamiento, ni tampoco los beneficios del
mismo. Este hecho dificulta la adherencia al tratamiento en algunos
casos. En este proceso es imprescindible el papel de la familia y el
apoyo de éste a la persona afectada.
¿Cuál es la causa de los TCA?
No se manifiestan de repente ni aparecen sin dar ningún tipo de
aviso. Son muchos los factores que intervienen en su aparición. Son
trastornos de origen multifactorial (un factor por sí solo nunca es la
causa). Existen factores de tipo genético, psicológico, sociocultural,
familiar y personal. De entre estos factores encontramos factores
precipitantes y predisponentes. La interacción entre ambos suele generar
una insatisfacción corporal que desemboca en un deseo de adelgazar.
¿Cuál es la prevalencia de los TCA?
En España los últimos estudios realizados coinciden en señalar una
tasa de prevalencia de TCA en población adolescente alrededor del
4,1-4,5% entre los 12 y los 21 años.
En concreto, la anorexia se sitúa en torno al 0,3%, la bulimia en el
0,8% y el TCA no especificado alrededor del 3,1% de la población
femenina de entre 12 y 21 años.
¿Cuál es la población de riesgo para padecer un TCA?
En general se considera que ser mujer, adolescente y practicar un
deporte con altas exigencias estéticas (ballet, atletismo, natación
sincronizada o gimnasia son algunos ejemplos) pueden ser los perfiles de
mayor riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria.
Los trastornos alimentarios suelen ser más presentes en mujeres que
en hombres. La proporción de hombres que presentan trastornos
alimentarios es de uno por cada nueve mujeres.
¿A qué edad se manifiestan?
Pueden aparecer en cualquier edad, aunque la adolescencia es la etapa
de mayor riesgo para presentar estas enfermedades. La mayor incidencia
se produce entre los 12 y los 18 años, pero cada vez nos encontramos con
casos que tienen una edad de inicio más baja, en torno a los 8 o 9
años.
La presión social para adelgazar, las redes sociales, la necesidad de
ser aceptado y la preocupación por un ideal estético delgado asociado
al éxito social, familiar y profesional podrían ser factores que
explicaran esta mayor vulnerabilidad fisiológica a presentar un TCA de
las mujeres jóvenes.
¿Qué es la anorexia nerviosa?
Las personas con anorexia nerviosa están incapacitadas o no están
dispuestas a mantener un peso corporal normal o esperado para una
persona de su edad y estatura. Típicamente, esto significa que la
persona pesa menos del 85% del peso corporal esperado. Incluso, aún
estando bajo peso, la persona con anorexia nerviosa continúa teniendo
miedo a aumentar peso. Sus pensamientos y sentimientos sobre su talla y
su figura tienen un impacto profundo en su autoestima y su
auto-evaluación. Usualmente no reconocen o no quieren admitir la
gravedad de su pérdida de peso y niegan que su pérdida de peso pueda
tener consecuencias adversas permanentes para su salud. Frecuentemente,
las mujeres con anorexia nerviosa dejan de tener su periodo menstrual.
Hay dos subtipos de la anorexia nerviosa. En el tipo restrictivo, las
personas mantienen un peso corporal bajo, mayormente restringiendo el
consumo de alimentos y posiblemente también por medio del ejercicio. Las
personas con el tipo atracón/purgativo igualmente restringen el consumo
de alimentos pero también tienen regularmente atracones y/o conductas
de eliminación como la inducción del vómito o el uso excesivo de
laxantes, diuréticos o enemas. Muchas personas durante el curso de su
condición pueden fluctuar entre los subtipos.
¿Qué es la bulimia nerviosa?
Las personas con bulimia nerviosa experimentan episodios de atracones,
el cual se caracteriza por el consumo de una gran cantidad de comida,
usualmente en un período corto de tiempo y con el sentido de pérdida de
control durante el episodio. El sentido de pérdida de control es lo que
distingue un atracón de comer en exceso. Los atracones son seguidos por
intentos de “deshacer” las consecuencias del atracón usando prácticas
compensatorias no saludables como inducción del vómito, el uso excesivo
de laxantes, enemas, y diuréticos, ayunos y ejercicios excesivos.
Personas con bulimia nerviosa también están excesivamente preocupadas
con su figura y peso. Muchas veces sienten que su autoestima depende de
su peso o figura.
Los criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa requieren que los
atracones y las conductas compensatorias inapropiadas ocurran por lo
menos dos veces a la semana durante un período de tres meses. Sin
embargo, independientemente de la frecuencia, estas conductas son
preocupantes y pueden tener consecuencias físicas y psicológicas
adversas.
Hay dos subtipos de bulimia nerviosa. El subtipo purgativo incluye a
aquellas personas que se inducen el vómito o usan laxantes, diuréticos o
enemas. El subtipo no purgativo se refiere a aquellas personas que
utilizan conductas compensatorias como el ejercicio excesivo, dietas o
ayunos.
¿Qué es el Trastorno por Atracón?
Las personas con un trastorno por atracón presentan episodios de
atracones, pero no usan regularmente conductas compensatorias para
perder peso. El atracón puede incluir el consumo rápido de alimentos, un
sentido incómodo de llenura y el consumo de grandes cantidades de
comida cuando no tienen hambre. También se destacan sentimientos de
vergüenza. El trastorno por atracón regularmente, pero no siempre, esta
asociado con la obesidad y el sobrepeso. El trastorno por atracón no es
oficialmente reconocido como un TCA, pero esta incluido como un
Trastorno Alimentario No Especificado (TANE).
¿Qué es un Trastorno Alimentario No Especificado (TANE)?
Hay muchas variantes de los TCA que no se incluyen en las categorías
específicas de la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa. De hecho, hay
más personas con trastornos de la conducta alimentaria que tienen una
variante de la anorexia o bulimia nerviosa. Solamente porque una persona
no tiene un trastorno clásico de anorexia nerviosa o bulimia nerviosa
no significa que no necesitan tratamiento. Las personas con conductas
distorsionadas de la alimentación, con síntomas similares a los de
anorexia o bulimia pero que no cumplen unos de los criterios esenciales
para la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, pueden ser
diagnosticadas con un TANE.
Ejemplos de TANE incluyen, pero no están limitados a:
- Personas que regularmente tienen conductas de eliminación pero no tienen episodios de atracón
- Mujeres que cumplen el criterio para la anorexia nerviosa pero continúan teniendo su menstruación
- Personas que cumplen el criterio para la bulimia nerviosa pero que los atracones ocurren menos de dos veces a la semana
¿Cuán comunes son los TCA?
No sabemos exactamente cuántas mujeres u hombres sufren de los TCA. Se
estima que entre 0.3-1% de mujeres sufren de anorexia nerviosa y cerca
de 3% sufren de bulimia nerviosa. Muchos más sufren de condiciones
sub-clínicas (es decir, que no tienen un diagnóstico oficial de un TCA,
pero experimentan varios síntomas). Además, muchas personas batallan con
insatisfacción corporal, actitudes y conductas distorsionadas de la
alimentación. Por ejemplo, hay evidencia de que el 80% de las mujeres
americanas están insatisfechas con su apariencia. (Smolak, 1996).
ACAB
Associació Contra l’Anorèxia i la Bulímia
C. Enric Granados, 135 1º1ª
08008 Barcelona
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