La transición: Vida después de la Muerte. Al morir, el verdadero yo nunca muere, sino que continúa viviendo en otra dimensión de la existencias.
Al morir, uno sólo se desprende del cuerpo físico como quien se quita una abrigo viejo. La muerte es un cominezo, no un final. Se trata de un cambio en la velocidad de las vibraciones, una transicción hacia otro nivel de consciencia.
¡Piénsalo! ¡Cuantas horas dedicamos al cuidado de nuestros cuerpos? El sólo hecho de dormir nos ocupa un tercio de nuestro tiempo. Si no cuidamos de nuestros cuerpos adecuadamente, empiezan a deterirarse. La enfermedad los invade y reparar el daño puede tomar una gran cantidad de tiempo y energía. El cuerppo es una máquina divina, una máquina tan compleja que la humanidad aún está aprendiendo a cuidarla adecuadamente.
La palabra sánscrita "Maya", que describe la vida física, significa ilusión. La filosofia hindú nos enseña que la realidad es todo aquello que es indestructible y eterno.
Todo aquello que es capaz de cambiar y decaer, y que tiene un principio y un final, es percibido como "maya". Sencillamente, las cosas no siempre son lo que parecen. Un proverbio chino nos advierte que no debemos juzgar la casa por su hermosa pintura. La ilusión externa nos lleva a creer que encontraremos una estrucutra sólida. La experiencia nos enseña que eso no es cierto. Al confundir la fachada con la realidad, nos encontramos en un estado de "maya".
Creer que la vida fisica es la única forma de existencia es una ilusión. Pensar que morimos cuando la vida física acaba es la mayor de la ilusiones.
Comentarios
Publicar un comentario