El Espiritismo
presenta un cuerpo de ideas definido por su codificador Allan Kardec y
desarrollado por sus obras , que nos
auxilian a reflejar de forma más amplia, pues se
fundamenta en los principios de la existencia,
supervivencia y pre-existencia del alma, sin embargo no
posee respuestas listas para todas las cuestiones de la
individualidad humana. Necesario es que abramos más
espacios para que cuestiones como esa y muchas otras
sean discutidas
La cirugía de cambio de sexo #transexualidad , llamada correctamente de
redesignación sexual, fue aprobada, en Brasil, por el
Consejo Federal de Medicina, el año de 2002, para
individuos mayores de 21 años, con diagnóstico médico de
transexualidad por lo menos 2 años, después de una
evaluación de equipo multidisciplinario constituida por
psiquiatra, cirujano, endocrinólogo, psicólogo y
asistente social.
El transexual es aquella persona como individuo que
tiene el sexo biológico con que nació, pero tiene la
identidad sexual del sexo opuesto: un hombre que se mira
en el espejo y se ve y se siente mujer, y una mujer que
se mira en el espejo y se ve y se siente hombre. La
transexualidad es una definición basada en la identidad
sexual y no en la orientación sexual, y, así, se
diferencia de la homosexualidad, que es una condición
relacionada únicamente al deseo. El homosexual siente
atracción sexual y afectiva por personas del mismo sexo,
pero él no se ve y no se siente como siendo del sexo
opuesto.
Ni todas las personas transexuales sienten necesidad de
realizar la cirugía. Algunas se sienten bien con el
cuerpo y se aceptan sin rechazo a su aspecto u órgano
genital. A aquellas que desean una intervención
cirúrgica, el Sistema único de salud dispone algunos
procedimientos como retirada de senos, retirada cirugía
del útero (para librarse de las menstruaciones) y la
transgenitalización (cirugía de modificación de los
genitales – retirada de testículos y construcción de
vagina o retirada de ovários y construcción de un pene).
El tratamiento hormonal está accesible en los
ambulatorios especializados en grandes centros.
Una de las discusiones en torno a esa temática es sobre
la taxa de individuos que se arrepienten de haber hecho
la cirugía. La taxa es baja. Alexandre Saadeh,
psiquiatra coordinador del ambulatório que cuida de
personas trans en el Hospital de las Clínicas de
Medicina de la USP, afirma que como la selección y
preparación antes de la operación son importantes, es
muy raro encontrar un caso de arrepentimiento
pos-quirúrgico.
Entre los espíritas en la actualidad hay opiniones encontradas no hay consenso en cuanto a la validez y aplicación de esas cirugías.
Analicemos algunas posturas.
Postura contraria
Se manifestaron contrariamente a la redesignación sexual
dos importantes médiums de nuestro movimiento espírita:
Chico Xavier y Divaldo Franco.
Entrevistado por el
periódico Hoja Espírita en octubre de 1996, Chico
comentó acerca de una comunicación recibida por él de
una persona que desencarnó en
París y se sometió a ese tipo de cirugía, intercambió el
nombre, pero, al llegar al espacio, sus familiares le
dijeron que mientras fuera el tiempo en que debía durar
su permanencia en la Tierra, él tendría que usar el
nombre de hombre con
el cual se caracterizaba en este mundo. Comentó ser
posible, en casos de personas portadoras de dificultades
morfológicas muy grandes, que se utilice la cirugía
plástica para regenerarse, sin embargo, en lo que se
relaciona a la cirugía de cambio de sexo, comentó:
Ahora, simplemente por una cuestión psicológica, por
ejemplo, para el hombre que nace con tendencias
femeninas o para la mujer que manifiesta, desde pronto,
tendencias masculinas, yo creo que, sólo por eso, no se
debe hacer esa cirugía. Vamos a esperar que el médico
ayude el cliente a pensar mucho, porque si el médico
encuentra un cuerpo morfologicamente perfecto, con las
características masculinas o femeninas, creo que sería
contrariar demasiado la ley de causa y efecto y la
necesidad de segregación de aquel espíritu en la cabina
del cuerpo, porque la operación sería sólo una cuestión
de caza-placer.
El principal argumento presentado por Chico es que tal
cirugía viene de encuentro a la necesidad del espíritu
de vivir una experiencia en un cuerpo que no se
identifica con su psicología. Tal procedimiento vendría
a contrariar la ley de causa y efecto.
Divaldo Franco escribió:
[...] violencia que el individuo impone a sí mismo le
traerá graves daños en la actualidad y en futuras
reencarnaciones. Como el psiquismo es el elemento más
importante en la relación espíritu-materia, el acto de
detestar el propio cuerpo quedará impregnado en la
organización psíquica y repercutirá en
la encarnación siguiente. Además de eso, las
modificaciones anatomofisiológicas promovidas por la
cirugía de cambio de sexo implican crear la
reminiscencia de un cuerpo que el individuo ya poseyó y
en cuya experiencia posiblemente fracasó, necesitando
ahora permanecer
en una condición fisiopsicológica opuesta a aquella que
le trajo compromisos espirituales severos. Eso nos
permite concluir que la tentativa de modificación del
sexo es una propuesta desaconsejable, no obstante el
derecho que cada cuál posee de actuar conforme
le parezca mejor. Cuando una cirugía o intervención
radical en el cuerpo es hecha debido a una necesidad
inevitable, para la preservación de la salud, las
alteraciones anatomofisiológicas de ella provenientes no
afectan el períespiritu que crea matrices cuando hayocurrencias
de tal porte. Permanece como órgano modelador en
condiciones saludables para futuras experiencias
reencarnatorias. Pero, en los casos de la
transexualidad, cuando hay amputaciones o
reconstrucciones de órganos, en el ocurre
inevitablemente una grave lesión,que es el resultado de
la contribución del psiquismo del paciente que desea
cambiar las leyes de la Naturaleza para ejercer el sexo
a cualquier precio, con el objetivo de experimentar
sensaciones que la vida le negó, estando inmerso en un
proceso de reeducación evolutiva.
En el texto, Divaldo ratifica la argumentación de Chico
de la necesidad de la entidad reencarnada en la
condición trans de vivir aquella experiencia, sin
“regatear las leyes de la naturaleza”, comentando que la
cirugía de cambio de sexo podría acompañarse de
consecuencias actuales y futuras, presentando la idea de
una posible lesión periespiritual.
Los que se manifiestan contrariamente a la cirugía de
redesignación sexual se reportan también al pensamiento
de Joanna de Ângelis, presentado en el libro Días
gloriosos, cap. 14, cuando, examinando las posibles
influencias de la mente materna y de la ingeniería
genética en el sexo del bebé, coloca que en la vana
tentativa de cambiarse el sexo, en la formación
embrionária o en otro periodo cualquiera de la
existencia física, se desafía la ley de armonía vigente
en la Creación, lo que provocará disturbios sin nombre
en la personalidad y en la vida mental de quien le sufre
la intromisión.
Philomeno de Miranda, por su parte, aunque no trate
específicamente de la cirugía, examinando la
transexualidad, afirma, en el libro Locura y Obsesión,
cap. 6, que no hay para esas marcas del alma otro
tratamiento que no sea la superación del problema
mediante la abstinencia, canalizándose las fuerzas
sexuales para otras labores.
Postura favorable
Posiciones favorables existen entre otros estudiosos
espíritas. Jaider Rodrigues de Paulo, psiquiatra y
fundador de la Asociación Médico-Espírita de Minas
Gerais, comenta que, a lo largo de su práctica
profesional, testificó incontables casos de pacientes
transexuales que rechazaban sus formas físicas porque
eran diferentes de sus sentimientos, de su identidad
psíquica. Eso causaba inmensos conflictos e
inhibiciones. Una de ellas, recuerda el Dr. Jaider,
llegó a mutilar el pene, diciendo que aquello no le
pertenecía, siendo socorrida en urgencias en estado
grave. Otro paciente llegaba a ver un pene en el lugar
de vagina, negando su forma femenina, porque no se
sentía mujer. Comenta, aún, sobre una paciente que desde
niño se sentía mujer en un cuerpo de hombre. Me gustaban
elementos femeninos y cuando adulta toda su expresión
era de mujer. Estaba haciendo rifas, recolectando
donativos para hacer cirugía de transgenitalización en
Francia. Tenía un pretendiente, pero sólo iba a
enamorarse tras la cirugía. Escribió el Dr. Jaider:
¿Será justo ignorar el dolor humano y dejar a esas
personas en ese sufrimiento? Pedagógicamente, lo que es
más sensato y productivo: un ser reprimido, excluido,
deprimido y forzado, o más sintonizado con la existencia
y productivo para
sí y para la sociedad? Dejemos a las personas
transgéneras decidan sus caminos, aceptándolas en sus
maneras de ser y sentir, valorando el espíritu inmortal
que todos somos, hijos de Dios.
El actual presidente de la citada institución, Andrei
Moreira, viene estudiando atentamente temas relacionados
a la sexualidad y presentó sus ideas en dos obras: Homosexualidad
bajo la óptica del espíritu inmortal y Transexualidades
bajo la óptica del espíritu inmortal. Andrei comenta
que las personas transexuales viven, en grados variables,
el malestar de género, o sea, el sufrimiento psíquico
decurrente de la distonia entre su psicología y su
cuerpo. Ese sufrimiento es variable de individuo para
individuo, pero algunos lo viven tan intensamente que
llegan a mutilar el propio genital, pues sienten sus
órganos sexuales como aparato sexual errado. Muchos
trans ni siquiera miran para los genitales directamente,
o en el espejo. Muchos se tocan sólo para realizar las
funciones higiénicas, pero sólo con una toalla. Para
estos, el autor entiende que la cirugía de cambio de
sexo es sentida como algo esencial para estar en paz
consigo mismos. Escribió:
Si las experiencias de la encarnación poseen carácter
educativo, ¿cuál es el sentido de querer obligar a una
persona a vivir de una determinada forma que provoca aún
más sufrimiento y dolor, culminando muchas veces en el
suicidio? Además de eso, ¿qué impide a una persona que
se acepta como
transexual, o aunque haya pasado por la terapia hormonal
y cirugía, de, a lo largo de la vida, reflexionar sobre
su propia condición y “reajustar los propios
sentimientos? Las conquistas reales giran en torno a la
mente/espíritu, pero muchas veces insistimos en
construir patrones y normas
sostenidas por las bases de la materia [...] Aún
aquellos que sienten voluntad y consiguen pasar por la
redesignación sexual experimentan, a lo largo de la
vida, reflexiones sobre los porqués y paraqués de esa
experiencia.
Examinando la cuestión de la posible afectación del
periespíritu, Andrei comenta que el mismo es reflejo del
cuerpo mental, sede de la mente, de onda proveniente el
pensamiento como manifestación de la voluntad del
Espíritu. De esa forma, el cuerpo astral refleja aquello
que va en la mente del Espíritu. Así se puede deducir
que las personas transexuales poseen en la mente una
imagen de sí mismos en sintonía con su psiquismo:
Al salir del cuerpo, por lo tanto, los transexuales
probablemente poseen el cuerpo astral en sintonía con su
imagen mental, o sea, con la expresión sexual opuesta a
su cuerpo biológico. Si eso es verdadero, entonces la
transgenitalización no sería nada mutiladora del cuerpo
astral, por
estar en sintonía con la imagen mental y también por no
haber intención de herirse o autoagredirse
voluntariamente y, sí, de armonizar biología y
psiquismo.
El argumento según el cual la cirugía de cambio de sexo
estaría impidiendo el espíritu de pasar por las pruebas
que necesita pasar viene siendo combatido por algunos
estudiosos, que consideran ese argumento como fatalista
y peligroso, pues puede asociarse a una actitud
conformista, estimulando la cultura del sufrimiento.Esos estudiosos se reportan a dos mensajes mediúmnicos
incluidos por Kardec en el cap. 5 de El Evangelio
según el Espiritismo. El primer mensaje, firmada por
“un ángel de la guarda”, consta del ítem 26:
Preguntáis si es lícito al hombre debilitar sus propias
pruebas. Esa cuestión equivale a esta otra: ¿Es lícito,
a aquel que se ahoga, cuidar de salvarse? ¿A aquel en
quien un espino entró, retirarlo? ¿Al que está enfermo,
llamar al médico? Las pruebas tienen por fin ejercitar
la inteligencia, tanto en cuanto la paciencia y la
resignación. Puede darse que un hombre nazca en posición
penosa y difícil, precisamente para verse gracias a
buscar medios de vencer las dificultades. El mérito
consisteen sufrir, sin murmurar, las consecuencias de
los males que no le sea posible evitar, en perseverar en
la lucha, en no desesperarse, si no es bien-exitoso;
nunca, sin embargo, en una negligencia que sería más
pereza que virtud.
El segundo mensaje, encontrado en el ítem 27, es firmado
por Bernardino, Espíritu protector y busca responder a
la siguiente indagación: ¿Se deberá poner término a las
pruebas del prójimo? El Espíritu así se manifiesta:
¿Debe alguien poner término a las pruebas de su prójimo
cuando lo pueda, o debe, para respetar los designios de
Dios, dejar que sigan su curso? Ya os hemos dicho y
repetido muchísimas veces que estáis en esa Tierra de
expiación para concluir vuestras pruebas y que todo lo
que os sucede es consecuencia de vuestras existencias
anteriores, son los intereses de la deuda que tenéis que
pagar. Ese pensamiento, sin embargo, provoca en ciertas
personas reflexiones que deben ser combatidas, debido a
los funestos efectos que podrían determinar. Piensan
algunos que, estando en la Tierra para expiar,cabe que
las pruebas sigan su curso. Otros hay, aún, que van
hasta el punto de juzgar que, no sólo nada deben hacer
para atenuarlas, sino que, al contrario, deben
contribuir para que ellas sean más provechosas,
haciéndolas más vivas. Gran error. Es cierto que
vuestras pruebas tienen que seguir el curso que les
trazó Dios; se dirá, sin embargo, ¿conocéis ese curso?
¿Sabéis hasta donde tienen ellas que ir y si vuestro
Padre misericordioso no habrá dicho al sufrimiento de
tal o tal de vuestros hermanos: “¿No irás más lejos? ”
Sabéis si la Providencia no os escogió, no como
instrumento de suplício para agravar los sufrimientos
del culpable,sino
como el bálsamo del consuelo para hacer cicatrizar las
llagas que su justicia hubo abierto?No digais, pues,
cuando veáis alcanzado a uno de vuestros hermanos: “Es
la Justicia de Dios, importa que siga su curso.” Decid
antes: “Veamos que medios el Padre misericordioso me
puso al alcance para suavizar el sufrimiento de mi
hermano. Veamos si mi consuelo moral, mí amparo material
o mis consejos podrán ayudarlo a vencer esa prueba con
más energía, paciencia y resignación. Veamos mismo si
Dios no me puso en las manos los medios de hacer que
cese ese sufrimiento; si no me dio a mí, también como
prueba, como expiación tal vez, detener el mal y
sustituirlo por la paz.”
Los que se posicionan favorables a la cirugía entienden
que ella no disuelve la prueba, que continúa existiendo
en la experiencia conflictiva del individuo incluido en
familias y contextos sociales muchas veces
preconceptuosos y excluyentes. La cirugía, según ellos,
estaría aliviando el sufrimiento psíquico derivado de la
distonia entre la identidad de género y el sexo
biológico, previniendo, muchas veces, males mayores,
como la dependencia química, la prostitución, la
delincuencia, la locura y el suicidio. La taxa de
evasión escolar entre trans en Brasil es del orden del
82% (muchas veces motivado por el intenso bullying que
sufren), lo que contribuye para la baja escolaridad,
desempleo o subempreo (el mercado de trabajo cierra las
puertas para las personas trans), lo que predispone a la
prostitución. Según datos de la Antra – Asociación
Nacional de Travestis y Transexuais, el 90% de los
travestis y transexuales se prostituyen (la mayoría de
ellosdespués de serles denegadas oportunidades de
trabajo). Las investigaciones demuestran que el 41% de
los jóvenes transexuales que no tienen el soporte y
aceptación de la familia intentan el suicidio hasta los
20 años de edad. La comunidad trans/homo presenta riesgo
de autoextermínio ocho veces mayor que la comunidad
hetero en general.
Conclusión
Temas nuevos proponen reflexiones nuevas. . Si, sin cuestionar, sin evaluar y
comprender nos obstinamos en dar respuestas a partir
únicamente de conceptos antiguos, eso es prejuicio. Si,
por otro lado, sin pensar, nos abrimos para lo nuevo y
nos rendimos a el sin buscar mayor madurez, podemos
resvalar para la liviandad.
Como observamos en los pensamientos relacionados
anteriormente, la cuestión envolviendo la cirugía de
cambio de sexo motiva posicionamientos antagónicos y es
natural que sea así. Las diferencias que existen entre
nosotros promueven la filosofía del diálogo, que es
saludable, cuando se alía al espíritu de fraternidad.
Instado a posicionarse en cuanto al tema, Emmanuel dice
que las cirugías médicas para el cambio de sexo se
encuadran en los principios del libre-albedrío con las
respectivas derivaciones en la ley de causa y efecto.viii
Se percibe que el Benefactor delega a la criatura la
decisión final y de forma equivalente la responsabilidad
delante de ella. Será siempre así: libre-albedrío y
responsabilidad caminan juntos. Sea cuál sea nuestra
opinión personal, nos cabe respetar la decisión tomada
por los protagonistas, cuidando para no caer en el
terreno del apoyo entusiasta o de la crítica contundente
– porque la responsabilidad final será siempre de quién
decide.
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