Allan Kardec, cuyo verdadero nombre fue León Hippolyte Denizart Rivail, nacio en Lyon en 1804 y murió en Paris en 1869. Su vida se dedico a que entrará el espiritsmo por la via filosófica y fuera apreciado por la gentes ilustaradas de su epoca, a la vez promover la ciencia espiritista tratando que fuera objeto de ocupación frivola o de diversión.
Sus obras principales son el evangelio según los espiritus, el libro de los espiritus y el libro de los mediums.
La idea que uno se forma de los espíritus, hace a primea vista incomprensible el fenómeno de las manifestaciones: Estas manifestaciones no pueden tener lugar sino por la acción del Espíritu sobre la materia; por esto los que creen que el Espíritu es la ausencia de toda materia; se preguntan con alguna apariencia de razón, cómo puede obrar materialmente.
Pero ahí està el error; porque el espíritu no es una abstracción, es un ser definido, limitado y circunscrito. El espíritu encarnado en el cuerpo, constituye el alma; cuando lo eja a la muerte, no sale despojado e toda envoltura.
Todos los espiritus nos dicen que conservan la forma humana, y en efecto cuando se nos aparecen, es bajo la que nosotros les conociamos.
Observémosle atentamente en el momento en que acaban de dejar la vida; están en un estado de turbación; todo está confuso a su alrededor; ven su cerpo sano o mutilado según el género de muerte; por otra parte se ven y se sienten vivir; alguna cosa les dice que este cuerpo les pertenece y no comprenden que estén separados e él. Continúan viéndose bajo su forma primitiva, y esta vista produce en algunos, durante cierto tiempo, una singular ilusión: la de creerse aún vivios; les falta la experiencia de su nuevo estado para convencerse de la realidad.
Disipado este primer momento de turbación, el cuerpo viene a ser para ellos un vestido viejo, del cual se han despojado y que no lo echan de menos; se sienten más ligeros y como desembarazados de un peso; no experimentan ya dolores fisicos, y son muy felices en poderse elevar, recorrer el espeacio así como lo hacián diferentes veces, viviendo, en sueños:
Sn embargo, a pesar de la ausencia de cuerpo, acreditan su personalidad; tienen una forma, pero una forma que no les molestas ni embaraza; ellos en fin tienen la conciencia de su Yo y e su individualidad.
¿Qué debemos deducir de todo esto? Que el alma no lo deja todo en la tumba, y que algo selleva consiguo.
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