El libro de los Mediums núm. 286 " Preguntas que pueden dirigirse a los espiritus" de Allan Kardec. Los buenos espíritus vienen a instruirnos para nuestro mejoramiento y adelanto, y no para revelarnos lo que aún no debemos saber o lo que debemos aprender mediante nuestro trabajo.
Si bastase interrogar a los espíritus para obtener solución a todas las dificultades científicas, o para hacer descubrimientos o inventos lucrativos, todo ignorante podría hacerse sabio fácilmente y todo perezoso enriquecerse sin trabajo y esto es lo que Dios no quiere. Los espíritus ayudan al hombre de genio por medio de inspiración oculta, pero no le eximen del trabajo y de las investigaciones a fin de no privarle del mérito.
51. Sería tener una idea muy falsa de los espíritus el ver en ellos auxiliares de los pronosticadores de la buena ventura; los espíritus serios se niegan a ocuparse en cosas fútiles; los espíritus ligeros y burlones se ocupan de todo, a todo responden y predicen todo lo que se quiere, sin inquietarse por la verdad, y dándose el censurable placer de mistificar a las personas demasiado credulas. Por esto es esencial fijarse perfectamente en la naturaleza de las preguntas que pueden dirigirse a los espíritus.
52.Fuera de lo que pueda ayudar el progreso moral, sólo incertidumbre se encuentra en las revelaciones que de los espíritus pueden obtenerse.
La primera consecuencia desagradable para el que aparta su facultad del objeto providencial, es la de ser mistificado por los espíritus mentirosos que pululan alrededor de los hombres.
La segunda consecuencia desagradable la de caer bajo el imperio de esos mismos espíritus que pueden, con pérfidos consejos, conducir a desgracias reales y materiales en la Tierra.
La tercera consecuencia desagradable es la de perder, después de la vid terrestre, el fruto del conociieto del Espiritismo.
53. Las manifestaciones no están destinadas a secundar los intereses materiales. utilidad está en las consecuencias morales que de ellas se desprenden; pero aunque no tuvieran otro resultado que el de dar a conocer una nueva ley de la Naturaleza y el de demostrar materialmente la existencia del alma y su inmortalidad. seria ya mucho, porque constituiría un nuevo y ancho campo abierto a la filosofía.
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