"Los espíritus - dice Allan Kardec- pueden comunicarse espontánemamente o venir a nuestro llamamiento por medio de la evocación. algunas persnas piensan que deben abstenerse de evocar tal o cual esíritu, y que es preferible esperar al que quiera buenamente comunicarse. Fundan esta opinión en que llamando a un espíritu determinado no se tiene certeza que se presente el mismo, mientras que el que viene espóntaneamente y por su propia voluntad, prueba mejor su identidad puesto que de este modo manifiesta su deseo de hablarnos. Creemos que esto es un error; primeramente porque hay siempre alrededor nuestro espíritus lo más a menudo de baja esfera, que no desean otra cosa que comunicarse; en segundo lugar, y también por la última razón, no llamando a nadie en particular, se abre la puerta a todos lo que quieran entrar.
" En un reunión el no conceder la palabra a nadie es dejarla a todos y se sabe lo que resulta. el llamaniento directo que se hace a un espíritu determinado, es lazo, entre él y nosotros; le llamamos por nuestro deseo y de este modo oponemos una especie de barrera a los intrusos.
Sin un llamamiento directo, un espíritu no tendría muchas veces motivo para venir a nosoros, no siendo nuestro espíritu familiar.
Libro de los Espiritus. Libro segundo -Capitulo IX . Acerca de los pactos con Satán.. Intervención de los Espiritus en el Mundo Corporal #AllanKardec .
¿Que sentido tienen las leyendas fantásticas según las cuales determinados individuos habrían vendido su alma a Satán, para obtener de él ciertos favores?
SATAN, SATANAS (del hebreo chaitân, adversario, enemigo de Dios): el jefe de los demonios. Este
nombre es sinónimo de Diablo, con la diferencia de que Diablo pertenece más al lenguaje familiar que no
Satán o Satanás. Por otra parte, según la idea que se adscribe a la palabra, Satanás es un ser único, el genio
del mal, el rival de Dios; mientras Demonio, adquiere un carácter genérico que se aplica a todos los
demonios. De manera que mientras Satanás es solo uno, los diablos o demonios son muchos. Según la
doctrina espiritista, Satanás no es un ser particular, porque Dios no tiene rival que pueda competir con El de
potencia a potencia: es la personificación alegórica de todos los malos Espíritus (véanse Diablo, Demonio).
"Todas las fábulas contienen una enseñanza y un sentido moral. Vuesro error consiste en tomarlas al pie de la letra. La que nos ocupa es una alegoría que puede explicarse asi: quien llama en su ayuda a los Espíritus para obtener de ellos los dones de la fortuna o cualquier favor, manifiesta sus quejas a la providencia y renuncia a la misión que ha recibido y a la pruebas que debe sufrir en la Tierra.
Además, padecerá las consecuencias de ello en la vida futura. Esto no quiere decir que su alama quede para siempre copndenada a la desdicha, pero dado que en lugar de desprenderse de la materia se hunde en ella cada vez más, las alegrias de que haya gozado en la Tierra no habrá de tenerlas en el mundo de los Espíritus. Asi será hasta que se haya redimido mediante nuevas pruebas, tal vez mayores y aún más penosas .
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