El alma del hombre es feliz o desdichada después de la muerte, de conformidad con el bien y el mal que haya hecho durante la vida. #Allan Kardec.
A partir de que se admira un Dios soberamente justo, no se puede admitir que todas las almas tengan una suerte común. Si la posición futura del criminal fuera la misma que la del virtuoso, la práctica del bien no tendría ninguna utilidad . Ahora bien, suponer que Dios no hace diferencia entfe el que practica el bien y el que practica el mal sería negar su justicia.
Como durante la vida terrena no siempre el mal recibe su castigo, ni el bien su recompensa, se debe inferir de ahí que la justicia será hecha después. de lo contrario Dios n o sería justo.
Además, las penas y los goces futuros están probados materialemnte por las comunicaciones que los hombres establecen con las lamas de los que han viovido aquí, y que vienen a describir el estado feliz o desdichado en que se encuentran, la naturaleza de sus alegrías o de sus padecimientos, y a enumerar sus causas.
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