La pluralidad de existencias anteriores . El camino de la vida.
La existencia espiritual del alma- nos dice el Espiritismo- es su existencia normal, con un recuerdo retrospectivo indefinido. Las existencia corporales sólo son intervalos, brees estacionesen la existencia espiritual, y la suma de todas esas estaciones es una minima parte de la existencia normal, como si en un viaje de muchos años, cada tanto el viajero se detuviese por algunas horas.
Si bien durante las existencias corporales pareciera que existe solución de continuidad debido a la ausencia de recuerdo, la unión se establece en el transcurso de la vida espiritual, que no tiene interrupción.
En realidad, la solución de continuidad sólo existe para la vida corporal exterior y de relación ; y en ese aspecto la ausencia del recuerdo constituye una prueba de la sabiduria de la Providencia, que de ese modo haevitado que el hombre se desvié demasiado de la vida real, donde tiene deberes que cumplir. No obstante, cuando el cuerpo se halla en reposo, durante el sueño, el alma levanta vuelo parcialmente, y entonces se restablece la cadena que sólo ha sido interrumpida con la vigilia.
La mayor objeción que se puede hacer a esa teoría consiste en la falta de recuerdos de las existencias anteriores. En efecto, integrar una sucesión de existencias de las que no se tiene conciencia, abandonar un cuerpo para tomar otro sin la memoria del pasado, equivaldría a la nada, visto que sería la nada en cuanto al pensamiento.
Sería una sucesión de nuevos puntos de partida sin conexión con los precedentes; una ruptura incesante de los efectos que constituyen el encanto de la vida presente, asi como la más dulce y consoladora esperanza del porvenir.
Sería, por último, la negación de toda responsabilidad moral. Semejante doctrina resultaría tan inadmisible y tan incompatible con la justicia de Dios como la una única existencia cuya perspectiva fuera la eternidad absoluta de las penas, consecuencia de algunas faltas transitorias.
Es comprensible, pues, que aquellos que se forman semejante idea de la reencarnación la rechacen; pero no es de ese modo como nos la presenta el espiritismo
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