Mediante la telegrafía del pensamiento, el hombre apreciará en todo su valor la ley de la solidaridad, pues reconocera que no hay un solo pensamiento, sea criminal, virtuoso o de otro tipo, que no ejerza una acción real sobre el conjunto de los pensaminetos humanos y sobre cada uno de ellos.
Si se pudierasospechar el imenso mecanismo que el pensamineto pone en juego, asi como los efectos que produce de un individuo a otro, de un grupo de seres a otro grupo y, por último, la acción universal que los pensaminetos ejercen unos sobre otros, !el hombre quedaria sorprendido!
Se sentiría anonadado ante esa infinidad de pormenores, ante esas innumerables redes ligadas entre si por un apotente voluntad y actuando armónicamente para alcanzar un ´nico objetivo el progreso universal.
El hombre ejerce una acción directa sobre las cosas tanto como sobre las personas que le rodean #AllanKardec #Espirita. A menudo, una persona a quien se valora poco ejerce una influencia decisiva sobre otras cuya reputación es muy superior.
Eso se debe a que en la Tierra se ven más máscaras que semblantes, y a que la mirada es empañada por la vanidad, por el interés personal y por todas las pasiones malas.
La experiencia demuestra que se puede actuar sobre el espiritu de los hombres sin el consentimineto de estos. Un pensamiento superior, fuertemente pensado- permítasenos la expresión- puede pues, confirme a su fuerza y su elevación, afectar en mayor o menor medida a hombres que no tienen ninguna conciencia de la manera por l cual ese pensamiento les llega, de la misma forma que muchas veces aquel que lo emite no tiene idea del efecto producido por esa emisión.
Se trata de un juego constante de las inteligencias humanas y de la acción recíproca de unas sobre otras.
Agregadle la acción de las inteligencias de los que estan desencarnados y calculad , si podeis, el poder incalculable de esa fuerza compuesta de tantas fuerzas reunidas.
Y si el egoísmo lo llevaba a ignorar las consecuencias que un pensamiento personal perverso genera en los demás, ese mismo egoísmo lo inducirá a pensar bien, para elevar el nivel moral de la generalidad, atento a las consecuencias queun mal pensamineto ajeno produciría sobre él mismo.
¿Qué otra cosa serán esos choques misteriosos que nos advierten de la alegía y del sufrimiento de un ser querido que se encuentra lejos de nosotros, sino el efecto de la telegrafia del pensamineto?
¿ Acaso no debemos a un fenómeno de la misma clase los sentimientos de simpatía y de repulsión que nos arrastran hacia ciertos Espíritus y nos apartan de otros?
Tenemos aqui, por cierto, un inmenso campo para el estudio y la observación, pero del que no podemos percibir aún más que los contornos. El estudio de los detalles resultará de un coocmineto más completo de las leyes que rigen la acción reciproca de los fluidos.
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